
EL AUSENTISMO
En el desarrollo del proceso educacional participan directamente profesores y alumnos. En el transcurso de este desarrollo se presentan situaciones circunstanciales por parte del alumno, las que se caracterizan por una frecuente o permanente ausencia a la enseñanza sistemática que obstaculiza el desarrollo educativo normal del joven. Algunas de estas situaciones circunstanciales son el ausentismo.
En el proceso educativo de nuestra sociedad, el individuo desde su nacimiento se relaciona con otros seres, principalmente con su familia, mas tarde con la escuela y sus integrantes y en general con todas las personas que le rodean. Estas relaciones que entabla y refuerza el sujeto a través de su existencia son de carácter interdependientes y directas, las que pueden desarrollarse en forma normal o pueden surgir problemas de tipo social, económico y cultural, los que afectaran en alguna medida al sujeto, distorsionándole o limitándole su desarrollo o crecimiento integral. Entre otras consecuencias que podrían ocasionar estos problemas tenemos el ausentismo escolar.
El educando al incurrir en frecuentes inasistencias disminuye su rendimiento considerando lo anterior, el educando puede convertirse en analfabeto o semi-analfabeto reduciendo así su campo de acción en el futuro. Esta situación en el individuo limita el desarrollo de las capacidades intelectuales, creativas, manuales, etc. Lo que significa una desventaja frente a sus compañeros de estudios que completan su enseñanza sistemática y que por lo tanto tiene posibilidades de desarrollar todas las capacidades del ser humano. La deserción afecta debido a que el alumno queda atrasado en las materias y en general en la enseñanza sistemática que entrega el profesor de acuerdo a los programas establecidos por el Ministerio de Educación, queda en desventaja en cuanto a preparación y promedio de notas con los demás compañeros de curso. El resultado casi evidente es un retraso pedagógico que hace posible predecir algunas veces al alumno como un futuro desertor. No se puede sin embargo, dejar a un lado los considerables esfuerzos realizados en nuestro país por incrementar las políticas de educación las que en la actualidad otorgan como un derecho a todos los niños y adolescentes acceder a un sistema de educación sistemática que abarca un total de 12 años de estudio incluyendo a la enseñanza básica.
FALTA DE ORIENTACION VOCACIONAL
Por falta de orientación vocacional alrededor del 45% de los jóvenes que ingresan al bachillerato desertan de su primera elección porque se equivocaron y no se sienten satisfechos con la misma. La elección de una profesión y/o trabajo apunta no solo hacia una actividad u opción profesional, sino a una forma de vida, por lo tanto, la elección debe hacerse consiente de que con ella formamos parte de nuestra identidad, de nuestro “yo” y que a través de ella asumimos un rol, un status y hasta elegimos una pareja*. La vocación no aparece como algo puntual y espontáneo, sino que se inicia en la infancia, va configurándose durante la adolescencia para definirse en la adultez.
Aguirre Baztán,(1996)
No obstante, estas vocaciones tempranas pueden estar enmascaradas de motivos inconscientes que no son sino compensaciones, mecanismos de defensa ante conflictos de la primera infancia; por ello es necesaria una buena orientación para realizar una elección conforme al “yo” real del sujeto. Esta vocación no solo esta determinada por los motivos inconscientes, sino también por otros mas conscientes como las actitudes, aptitudes, interese, capacidades y personalidad. Las transformaciones económicas y el desempleo juvenil también han hecho cambiar el enfoque orientativo vocacional, apoyando y ayudando a adaptarse a estos jóvenes y ampliando sus servicios. La evolución actual de orientación vocación depende de las nuevas tendencias y cambios en el trabajo, en la educación y en la familia, que sugieren que se precise una base más amplia para orientar, pues se han dado cambios en el papel del hombre y la mujer en el mundo. El difícil paso del sistema educativo a la actividad laboral supone la necesidad de un ajuste del sujeto a ese mundo laboral, basándose por una parte, en sus posibilidades, en sus motivaciones en sus limitaciones e intereses y por lo otra, en las dificultades que les impone su medio.